La doble cara del éxito financiero de Carlos Loret de Mola y el rol desempeña Berenice Yáber

El matrimonio puede ser una vía para compartir logros, experiencias y, en muchos casos, crear un patrimonio conjunto. Sin embargo, en algunos escenarios, el crecimiento patrimonial de ciertas parejas puede levantar sospechas sobre la forma en que se acumulan esos bienes. Tal es el caso del periodista Carlos Loret de Mola y su esposa, la economista Ruth Berenice Yáber Coronado. Juntos han logrado amasar una fortuna considerable, un logro que ha sido objeto de escrutinio por el origen de algunos de sus bienes y las conexiones que ambos mantienen.

Un imperio inmobiliario de lujo

A lo largo de sus 22 años de matrimonio, Carlos Loret de Mola y Ruth Berenice Yáber han consolidado un imperio en el sector inmobiliario. Según investigaciones realizadas por medios como Contralínea, la pareja posee 13 departamentos cuyo valor combinado supera los 100 millones de pesos. Estas propiedades no se limitan a una sola zona, sino que están distribuidas en diversas áreas de alto valor en México, lo que añade más preguntas sobre cómo pudieron adquirir tales bienes en tan poco tiempo.

Loret, además, es propietario de un rancho en Valle de Bravo con un valor cercano a los 120 millones de pesos. No es cualquier propiedad, ya que Valle de Bravo es conocido por ser un destino exclusivo para las clases más altas del país, especialmente para aquellos que buscan escapar del bullicio de la ciudad en un entorno de naturaleza y lujo. Este rancho se ha convertido en otro punto de interés en la fortuna familiar.

La controversial propiedad en Miami

Uno de los puntos más polémicos sobre el patrimonio de la pareja es la adquisición de un departamento en Miami. Este inmueble, valorado en 15 millones de pesos, fue comprado a través de una empresa fantasma, una práctica común para evitar el pago de impuestos en México. La investigación, realizada por el medio Polemón, señala que la empresa Bedfordbury Group fue utilizada para esta compra. Sin embargo, el caso se volvió más complicado cuando se descubrió que Ruth Berenice fue quien pagó personalmente los impuestos en Estados Unidos, lo que evidenció la existencia del inmueble y el uso de dicha empresa fantasma.

Esta revelación provocó cuestionamientos sobre la transparencia en las operaciones financieras de la pareja. Para muchos, esta situación fue vista como una señal de que el matrimonio Loret-Yáber no ha seguido las reglas tradicionales en la adquisición de sus propiedades, utilizando mecanismos legales pero poco éticos para aumentar su fortuna sin pagar impuestos en México.

Ruth Berenice Yáber: el cerebro financiero

Detrás de la figura pública de Carlos Loret de Mola, existe una mujer con una trayectoria destacada en el ámbito de la economía: Ruth Berenice Yáber Coronado. Graduada del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), donde conoció a Loret, Yáber ha trabajado en importantes firmas de consultoría, como el Grupo de Economistas Asociados (GEA). Su perfil profesional muestra que no es una simple acompañante en la vida pública de Loret, sino una figura clave en la administración y crecimiento del patrimonio familiar.

Según su perfil de LinkedIn, Yáber es especialista en análisis estadístico y econométrico, lo que le ha permitido manejar con destreza las inversiones familiares. Además, durante su tiempo en GEA, logró asegurarse contratos millonarios con el gobierno, sobre todo durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, con uno de ellos alcanzando un valor de 428 millones de pesos para un proyecto que nunca se concretó. Este tipo de contratos, vinculados con el gobierno, han sido señalados por críticos como posibles fuentes de corrupción o de favoritismos, algo que ha generado controversia en torno a su figura.

Si bien Berenice Yáber ya no trabaja directamente con el GEA, continúa asesorando a la empresa de manera esporádica. Esto refuerza la idea de que sigue siendo una figura influyente en el ámbito económico y político, lo que podría estar beneficiando directamente a la pareja en la gestión de su patrimonio.

“La nota es la nota”: explotando la imagen de Loret

Además de su imperio inmobiliario, el matrimonio ha diversificado sus fuentes de ingresos. Una de las estrategias más efectivas ha sido la creación de la empresa “La nota es la nota”. Esta compañía fue creada con el fin de gestionar la imagen de Carlos Loret de Mola, y ha sido un vehículo rentable para monetizar su influencia en los medios de comunicación.

De acuerdo con el periodista Zósimo Camacho, del medio Contralínea, entre 2018 y 2022, “La nota es la nota” recibió más de 78 millones de pesos de compañías como Televisa, Radiofórmula, Radiocentro y Radiópolis, quienes contrataron a Loret para conferencias, apariciones en radio y televisión, y la creación de contenido informativo. La esposa de Loret, Berenice Yáber, se ha involucrado profundamente en la administración de esta empresa, controlando muchas de las decisiones que giran en torno a la explotación comercial de la imagen de su esposo.

Lo que podría parecer una simple gestión empresarial, en realidad, es parte de una red de ingresos diversificados que han permitido a la pareja construir una fortuna considerable en un corto periodo. Sin embargo, este éxito empresarial también ha despertado dudas sobre si todas estas actividades se han llevado a cabo con total transparencia.

Los tropiezos financieros

Aunque el matrimonio Loret-Yáber ha sabido manejar bien sus finanzas en la mayoría de los casos, también ha tenido errores que han llevado a investigaciones en su contra. Uno de los tropiezos más destacados fue el ya mencionado pago de impuestos en Miami, que dejó al descubierto la compra del departamento a través de una empresa fantasma. Este hecho fue revelado por el periodista Julio C. Roa, quien mostró cómo la familia utilizaba estructuras legales complejas para evitar responsabilidades fiscales en México.

Este tipo de acciones han generado una imagen de la pareja como alguien que maneja el sistema a su favor, utilizando las lagunas legales y la opacidad para mantener y hacer crecer su fortuna sin que el público, o incluso las autoridades, tengan un claro panorama de cómo se lleva a cabo este proceso.

Una pareja entre el éxito y la controversia

El matrimonio de Carlos Loret de Mola y Ruth Berenice Yáber es un claro ejemplo de cómo el éxito financiero puede ser un arma de doble filo. Por un lado, han logrado crear un imperio económico a través de inversiones inmobiliarias, contratos con el gobierno y la explotación de la imagen pública de Loret. Por otro lado, la falta de transparencia y las sospechas en torno a algunas de sus adquisiciones, como el departamento en Miami, han levantado cuestionamientos sobre la ética con la que manejan sus finanzas.

Para algunos, la pareja es un ejemplo de éxito y astucia financiera. Para otros, representa una imagen de los privilegios que gozan ciertas figuras públicas y sus conexiones políticas para acumular riquezas de forma poco clara. Lo cierto es que tanto Loret como Yáber seguirán siendo figuras de interés público, no solo por su influencia en los medios y la economía, sino por los métodos que utilizan para mantener su creciente fortuna.

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